martes, 11 de enero de 2011

Hoy se siente feliz solo por saber que él está a su lado. Los dos juntos en una cama individual donde tienen que estar cerca por narices. Aunque ninguno de los dos se queja, estarian igual de juntos aunque la cama fuera la mas grande del mundo. 


Ella le mira: solo ve perfección; vuelve a mirar: nada de nada, no ve ni un solo defecto que pueda conseguir separarle de él. Le quiere demasiado como para perderlo. Le acaricia: los pelos de punta. Le besa: siente por enésima vez esas mariposas en el estomago. Él la recorre de arriba abajo con el dedo: necesita sentirla ahí, no quiere que se separe ni un segundo de él, ¡NO! Ya la perdió una vez y moriría si volviera a pasar. 


No la dejara escapar, otra vez no. Su corazón no soportaría una vida sin ella. Se cruzan sus miradas y sus cuerpos se funden en un abrazo. Los peluches observan divertidos esa escena en la que los dos niños necesitan amar, sí, ¿difícil de creer no? Cuesta creer en un amor verdadero en pleno siglo XXI, pero es difícil, no imposible… 


todoloquesient0*

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